'Están montando cartel de testigos falsos': Horacio Serpa
Por: REDACCIÓN JUSTICIA | 8:55 p.m. | 10 de Noviembre del 2012
Horacio Serpa afirma que cada año, en el aniversario de la muerte del líder conservador Álvaro Gómez, surge un escándalo sobre el tema del asesinato.
Foto: Diego Santacruz / EL TIEMPO
El exministro califica de "infamia" atribuir el magnicidio de Álvaro Gómez a un crimen de Estado.
Después de 17 años del asesinato del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, su familia insiste en que hubo un crimen de Estado y busca en cárceles de Estados Unidos nuevos testimonios sobre el magnicidio. (Lea: En carta al Fiscal, Serpa pide indagar 'cartel de testigos falsos').
El exministro Horacio Serpa Uribe sale al paso de estas hipótesis y denuncia que en torno a ese proceso se estaría creando "un cartel de testigos falsos". Serpa se refiere a la decisión de la familia Gómez de contratar a un reconocido exagente antidrogas de EE. UU., para que intente que narcos como los hermanos Rodríguez Orejuela y exjefes 'paras' como Salvatore Mancuso y 'Don Berna' declaren en el caso. (Lea la entrevista a Enrique Gómez, sobrino e investigador de Álvaro Gómez).
¿A Álvaro Gómez lo mataron en medio de un crimen de Estado?
Decir eso es una infamia. La parte civil afirma que el gobierno de Ernesto Samper tenía interés en eliminar al doctor Gómez Hurtado porque, supuestamente, si seguía vivo, el Congreso no iba a absolver al Presidente en el proceso 8.000. Pero es que el Gobierno nunca estuvo a punto de caerse por las opiniones del doctor Gómez. Ellos se basan en la versión del miembro del cartel del norte del Valle, 'Rasguño', que dice que el desaparecido jefe paramilitar Carlos Castaño se lo contó en presencia de tres o cuatro personas, todas muertas. Es una afirmación absolutamente calumniosa, sin ningún asidero en la realidad. Soy partidario de que se investigue lo que dice 'Rasguño', pero también las otras hipótesis. Muchos estamos pensando a estas alturas que lo que se pretende con todas estas versiones es torcer el rumbo de la investigación.
¿Qué aporte darán al caso los testimonios de jefes exparamilitares y exnarcos que está contactando el exagente Edward Kacerosky?
Es el propio abogado de la familia Gómez el que ha traído la razón. Fuera de eso ha contratado a una persona en Estados Unidos para que coordine esos testigos. A mí me parece es que están montando un cartel de testigos falsos. La familia Gómez tiene el derecho de hacer sus investigaciones y de contratar a quienes considere necesario. Pero tal como se vienen presentando las cosas, sí es fácilmente deducible de que están montando ese cartel. Eso deshonra la justicia y lesiona el buen nombre de muchas personas.
¿Qué le responde a Fernando Botero, quien está dispuesto a declarar que usted le expresó el temor del Gobierno por las críticas de Álvaro Gómez?
Cuando él estuvo preso, yo lo visité varias veces por sentimientos de consideración y de solidaridad, o porque él mismo me mandaba llamar. Pero decir que yo iba aterrado a contarle que el Gobierno estaba muy preocupado porque el doctor Gómez estaba creando una situación de inestabilidad institucional tal que el Presidente iba a caer, es absolutamente mentiroso. Para nadie es un secreto de que Botero es un enemigo declarado de Samper. Yo tampoco soy santo de su devoción. Esas son actitudes de desquite y revanchismo. Se ha venido argumentando que su gran obsesión es conseguir la visa a EE. UU., y para lograrlo está dispuesto a revelar grandes aconteceres que ha mantenido ocultos durante 17 años. Imagínese: un tipo resentido, cargado de rabia y de mala leche que se guardó todo eso durante todo este tiempo.
¿Cuáles son las hipótesis que según usted se deben abordar?
Hay una versión que arrojó desde un principio la investigación y llevó a las autoridades a pensar que personas vinculadas a estamentos estatales, Ejército, para ser precisos, habían participado en el crimen. Eso se hizo público. Muchos de ellos organizaron "reuniones", digámoslo así, para conspirar. No soy tan irresponsable como la parte civil del proceso para dar nombres, pero recuerdo que se mencionó a personas de muy alta consideración, hasta parientes cercanos de la parte civil. Por lo que uno sabe, muchas de esas personas fueron vinculadas e investigadas. Se rumoraba que ellos supuestamente estuvieron fraguando la caída del Gobierno. Hubo hasta decomiso de documentos, de planos y de listas.
¿Usted cree que hay relación entre esa 'conspiración' y el magnicidio?
Hubo quienes dijeron que el país estaba tan descuadernado que se debía poner al frente del Estado una persona como el doctor Gómez; que se lo propusieron y que él les dijo que no, que hacía política de acuerdo con la Constitución. Y se dice que luego, quienes le hicieron la propuesta decidieron asesinarlo. Yo pedí al Fiscal que ahonde en esa versión, y también en la que relaciona el crimen con los capos del norte del Valle -empezando por 'Rasguño'- o la que también señala a las Farc como autores del asesinato. Yo no creo en nada, pero que investiguen. Y estoy a la orden de la justicia para lo que se necesite.
¿Hubo 'fuerzas oscuras' detrás del magnicidio?
'Mano negra' ha habido en Colombia desde hace muchos años, desde los años cincuenta del siglo pasado y se ha sostenido hasta el punto que el propio presidente Santos habla de ella. Hay mucha gente descompuesta que pretende siempre hacer daño.
¿Después de 17 años estamos cerca de conocer la verdad?
Aún no se sabe por qué mataron al doctor Álvaro Gómez. Aquí hay muchas cosas que reparar y superar y, lo digo como colombiano, lo peor sería la impunidad. Propugno porque haya una justicia capaz y diligente, que le brinde a la ciudadanía la seguridad de que el que la hace la paga. Pero sin situaciones inexplicables como las que vemos ahora, cuando resulta que el caso se intenta construir sobre testigos que, sin excepción, son 'los malos'. Delincuentes y mafiosos comprobados que mienten porque no tienen nada que perder y sí buscan ganar mucho.
'Álvaro Gómez era un demócrata'
¿Qué recuerda de la muerte de Álvaro Gómez?
Ese 2 de noviembre de 1995 estaba en Bogotá, en mi despacho, reunido con los miembros de una ONG. Creo que me enteré por un medio de comunicación. La primera reacción fue de estupor, de preocupación y de rechazo del crimen. Fue un momento crítico. El Gobierno vivía una situación bastante grave.
¿Cómo fue su relación con él?
Al doctor Gómez Hurtado lo vi por primera vez siendo congresista. Después hablé un par de veces como ministro de Gobierno de la administración Barco siendo él candidato presidencial. Finalmente estuvimos juntos en la Asamblea Nacional Constituyente. Allí trabajamos muy coordinadamente y tuvimos unas relaciones muy cordiales y atentas.
¿Qué habría cambiado si no lo asesinan?
El doctor Gómez fue un hombre muy importante de la política colombiana. Tuvo mucho ingenio para hacer planteamientos. Era un demócrata. Si hubiere continuado con vida habría seguido vinculado a la actividad política con sus observaciones, pero no como presidente. Cada vez que insinuaba lanzarse le surgía siempre un grupo de oposición muy fuerte por parte del Partido Liberal. Lo digo con respeto por que a mí me ha pasado algo parecido. Gozo de muy buen crédito y de muy buenos criterios y magnificos conceptos hasta cuando digo: me voy a meter a esto. De una vez se revuelve el avispero y todos se ponen en contra.
TOMADO DE ELTIEMPO.COM
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