Jueza avaló las cinco capturas por el caso del grafitero muerto
Se decretó legal el procedimiento argumentando que se cumplieron los requisitos de la detención.
Luego de la intervención de los abogados de los detenidos, que pidieron declarar ilegal las cinco capturas de los implicados en la muerte de Diego Felipe Becerra, la jueza asignada al caso decretó la legalidad del procedimiento, señalando que se cumplieron los requisitos para su expedición y ejecución.
Los implicados, que fueron detenidos este lunes por el CTI y que acudieron a la URI de Puente Aranda de Bogotá este martes para la correspondiente diligencia de judicialización, son el subteniente de la Policía Rósemberg Madrid Orozco, el subintendente Juan Carlos Leal Barrera, el patrullero Nelson Daniel Rodríguez, el abogado Héctor Hernando Ruiz Echavarría (defensor del patrullero Wílmer Antonio Alarcón, quien le disparó al grafitero Diego Felipe Becerra) y el conductor de buseta Jorge Eliécer Narváez.
Mientras que el delegado de la Procuraduría y la defensa de la familia del grafitero Diego Felipe Becerra, muerto por disparo de un policía, señalaron que se cumplieron los requisitos legales de las capturas, el abogado de Rodríguez manifestó que no entiende cómo se libró una orden cuando su cliente no sabe la razón exacta de la detención.
Igualmente, el defensor explicó que no hay claridad sobre los delitos que se le imputan a Rodríguez y que él siempre acudió a las citaciones de la Fiscalía. "Pido que se declare la ilegalidad de la captura", señaló el jurista.
A la petición del abogado de Rodríguez se sumaron, en igual sentido, las de los defensores de los otros dos policías, del jurista y del conductor de buseta.
Sin embargo, la jueza 19 de control de garantías determinó que las capturas fueron legales, por lo que los abogados de los tres policías y los dos civiles apelaron la legalización de la captura impartida y entrarán a sustentar sus peticiones.
Los cargos imputados contra los cinco implicados son fraude procesal, ocultamiento y destrucción de elementos probatorios y favorecimiento de homicidio, por la supuesta alteración de la escena del crimen el 19 de agosto del 2011. (Lea también: 'Nuevos hechos confirmar que mi hijo no era ladrón).
Ese día, el joven grafitero Diego Felipe Becerra murió a manos del patrullero Wílmer Alarcón, en la calle 116 con avenida Boyacá, en medio de un confuso episodio. El suboficial, que es procesado por homicidio agravado, siempre ha insistido que actuó en defensa propia.
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