Cesar Castellanos

La iglesia que recoge diezmos con datáfono



–El señor ama al dador alegre –dice una pastora de manera eufórica a una multitud que sigue al pie de la letra aquel pasaje de la biblia.
Minutos antes, un cantante que domina el escenario ha interpretado una canción dedicada a Jesús. Los fieles se han puesto de rodillas y llorado mientras escuchan un discurso emotivo. Las peticiones de la multitud, convertidas en murmullos, se mezclan con una triste melodía de piano. Es domingo, día de reunión familiar en la iglesia cristiana: Misión Carismática Internacional de Bogotá.
En los pasillos de un auditorio con capacidad para 12 mil personas, un grupo de fieles ayuda a recolectar los diezmos y ofrendas. Algunos reparten sobres de papel para recolectar dinero en efectivo, donde se deben especificar datos personales, nombre del pastor, petición y cantidad de dinero que se va a entregar. También se pueden donar mil pesos con la compra de un corazón de papel a la Fundación Un Solo Corazón. El dinero en efectivo se reúne en unos pequeños maletines de tela que están sellados y enumerados.
En cambio, otros colaboradores llevan un datáfono en sus manos. Los elegidos están identificados con un chaleco azul que tiene en la espalda bordada la palabra asesor y el nombre de la empresa G12 Congresos y Convenciones Ltda. Tal vez en esta iglesia cristiana, las tarjetas de crédito y débito son la manera más eficiente de que el dinero llegue a la cuenta bancaria de Jesucristo.
La iglesia Misión Carismática Internacional nació en Bogotá hace 30 años. Es liderada por el pastor César Castellanos, líder cristiano, y su esposa, Claudia Rodríguez, ex embajadora en Brasil y ex senadora de la república, catalogada por la revista Cambiocomo la reina del ausentismo en el Congreso de la República e investigada por presunto enriquecimiento ilícito. Castellanos y Rodríguez asisten muy esporádicamente a las misas y son considerados por los fieles como enviados de cielo.
La sede principal de la iglesia está ubicada sobre la Carrera 30 con calle 23. Allí, cada fin de semana se congregan sus 200 mil seguidores de la ciudad. Sin embargo, no son los únicos. La Misión Carismática Internacional tiene sedes en 18 grandes ciudades del territorio nacional y está presente en 14 países como Estados Unidos, Venezuela, España, Costa Rica, Argentina y Suiza. Algunos personajes públicos como el ex presidente Álvaro Uribe, han sido bendecidos por el pastor Castellanos.
En la Misión Carismática Internacional, los encuentros –cada uno de dos horas aproximadamente– se resumen en un proceso que no tiene variaciones. Todo inicia con un mini concierto musical, después viene algo de llanto en los asistentes, la lectura de la biblia, una reflexión y la recolección del diezmo u ofrenda. Los últimos tres momentos se repiten durante el mismo culto.
En ocasiones Jesús tiene que compartir su protagonismo con algunos políticos, es especial, en época electoral. Personajes como el ex presidente Álvaro Uribe, Enrique Peñalosa como candidato a la Alcaldía de Bogotá, el ex ministro Juan Lozano, el ex gobernador Horacio Serpa y el presidente Juan Manuel Santos, han estado presentes en varias reuniones.
Las actividades del sábado están dirigidas a los jóvenes, y el domingo, a la familia. Para ese día, el más agitado de la semana, la iglesia programa siete reuniones que comienzan a las 7 de la mañana y terminan a las 8 de la noche.
La historia de la iglesia cristiana Misión Carismática Internacional comenzó en la sala de la casa del Cesar Castellanos. En un video oficial, Castellanos dice que invitó a un grupo de ocho personas a un pequeño culto. Años después se vería obligado a arrendar el Coliseo Cubierto El Campín. Finalmente la iglesia se trasladó un complejo que parece un centro comercial. Allí sus visitantes tienen acceso al auditorio equipado con tres pantallas en Leds y sonido profesional. También pueden encontrar un gimnasio, enfermería, guardería, restaurante de comida internacional y varias tiendas donde su pueden comprar libros, video y objetos relacionados con la iglesia. En un pequeño espacio también se comercializan aretes, anillos, relojes y collares.
Según Johana Erazo, jefe de prensa de la Misión Carismática, la tendencia de recolectar la ofrenda o diezmo con datáfono fue una solicitud de sus fieles y una necesidad tecnológica que desde hace un año se usa en la iglesia. También afirma que la Misión Carismática es una organización sin ánimo de lucro y el dinero que se recolecta es para el funcionamiento de sus empresas filiales. Por ejemplo, aquellas que se encargan de la reproducción de libros, DVDs, CDs y series.
G12 Congresos y Convenciones S.A.S. es la compañía detrás de esta iglesia cristiana. En su certificado de Cámara de Comercio de Bogotá dice que fue constituida el 13 de diciembre de 2004 en la Notaría 50 de Bogotá. Según el documento, su capital inicial fue de 50 millones de pesos y su activo actual, reportado al 28 de abril de 2012, es de 729.861.088 millones de pesos.
Entre el enorme listado de actividades relacionadas en su objeto social está la prestación de servicios turísticos, explotación de todos los servicios de telecomunicaciones, grabación y reproducción del sonido, importación y exportación de todo tipo de mercancía y, en especial, de discos compactos, páginas electrónicas y todo tipo de elementos dedicados a la comunicación. G12 Congresos y Convenciones S.A.S. para el desarrollo de sus objetivos podrá tomar o dar dinero en préstamo a interés, promover y formar empresas de la misma índole, entre otros.
La cuarta página del certificado nombra a quienes se les debe rendir cuentas sobre la empresa, una acción que legalmente se llama situación de control. Allí aparecen los pastores: Cesar Gerardo Castellanos Domínguez y Claudia Yadira Inés Rodríguez de Castellanos.
Más de una hora después de haber iniciado el culto, un segundo pastor se sube al escenario, decorado con algunos instrumentos musicales y algunas luces de colores cálidos. En las pantallas se le puede ver su cara brillante a causa del sudor mientras que hace una segunda lectura de la biblia. Pide que pasen al frente quienes visitan por primera vez la iglesia y al ver que la gente comienza a abandonar el lugar, anuncia que todavía pueden diezmar o hacer su ofrenda. Los fieles que tienen la tarea de recolectar el dinero se paran de su silla y esperan a que otros entreguen sus sobres o pasen sus tarjetas por el datáfono.
Tal vez el fundador de esta iglesia cristiana olvidó aquel pasaje de la biblia que dice: “Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera (…)”. Timoteo 6:10